La obesidad se dice que es el precursor de diversas condiciones de salud. Lo que sigue siendo el motivo de preocupación es que no es sólo los adultos que se ven afectados en gran medida, pero ahora está creciendo como una maldición entre los niños también.
Publicidad De acuerdo con la OMS, la obesidad infantil es uno de los desafíos más graves del siglo 21 para la salud pública. Se han estimado que el número de niños con sobrepeso a ser más de 42 millones a finales del año 2010, de los cuales, alrededor de 35 millones viven en países en desarrollo. Diversos estudios realizados sobre los niños indígenas urbanos reportan una alta prevalencia de niños con bajo peso y sobrepeso.
Estos son sólo números. Más importante es que los padres se dan cuenta y proteger a sus hijos de estar desnutrido innecesariamente. Sí, sobre el alimento es también una forma de desnutrición. La obesidad aumenta el riesgo de diabetes, enfermedades cardiovasculares, hipertensión, colesterol, asma y problemas ortopédicos a una edad más joven o no la obesidad persiste en la edad adulta. La obesidad más comúnmente comienza en la infancia entre las edades de cinco y seis, y aumenta durante la adolescencia. Los estudios demuestran que un niño que es obeso y entre las edades de 10 y 13 años, tiene una probabilidad del 80 por ciento de convertirse en un adulto obeso. Los estudios indican que la obesidad infantil es el resultado de cambios adversos persistentes en la ingesta de alimentos, estilo de vida, y el gasto energético.