El mayor desafío cuando la crianza de un adolescente es cómo llegar a su hijo a escuchar a usted y su consejo. Que desea proteger a su hijo de las malas decisiones y elecciones. Su hijo sabe todo y no te escuchan.
Entre las edades de 13 y 18 años, su hijo adolescente va a transformar de un niño que siguió su ejemplo y se había hecho por él todo lo que un adulto joven que hace elecciones y decisiones.
¿Dónde está su hijo adolescente hoy, y ¿Dónde quiere que ella sea cuando se gradúe de la escuela secundaria? Piense por un minuto acerca de este tremendo cambio. Reflexionar sobre todas las diversas áreas en las que ella tendrá que adquirir experiencia, y las decisiones que va a tener que aprender a hacer.
Su hijo o hija va a tener que aprender todo, desde lavar la ropa a la obtención de una viviendo a la manipulación de las relaciones personales. Ellos tendrán que decidir si van a ir a la universidad, ¿cuál será su campo de estudio, la profesión que quieren llevar a cabo, y qué universidad ir.
Van a obtener una licencia de conducir, y comenzará a seguir su propio camino en vez de ir junto con el resto de la familia.
Durante estos cinco años que tiene la oportunidad única de dar a su hijo adolescente más y más responsabilidad y que le permitiera hacer más y más decisiones. Él crecerá más independiente con cada día.
Mientras que todavía está viviendo con usted, usted estará allí para él si falla o se realiza una elección equivocada. Tenga cuidado de no subestimar a su hijo adolescente. Al mismo tiempo, no pedir demasiado de él demasiado pronto, lo que desalienta a partir de la toma de decisiones.
Le dará suficiente espacio para desarrollarse, mientras que por medio de ayudar.
La siguiente estrategia se puede aplicar a muchas situaciones. Además, se aumentará confianza en sí mismo de su hijo. Asimismo, se establecerá su credibilidad. Su hijo será más probable que vaya a ti para el consejo la próxima vez.
Mi hija menor, entonces de 14 años, conmutación de teléfonos móviles, y necesitaba ayuda con la reprogramación de su teléfono. En lugar de tomar el teléfono y llamar al proveedor, le di el número y le dijo que llamara a sí misma.
Para aliviar un poco su nerviosismo que se explica el proceso para ella, que tendría que pasar por varias opciones en el menú, que tienen todas las piezas listas, y que ella se le pedirá algunas preguntas de seguridad. Le dije que me llame una vez que llegó a ese punto. Me gustaría ser lo suficientemente cerca como para escuchar su llamado si ella me necesitaba.
Después de que ella había meneado su camino a través de los menús que hizo llámame para las respuestas a las preguntas de seguridad. Una vez que fueron contestadas, me fui.
Unos minutos más tarde, cuando caminaba por mí, le pregunté cómo te fue? Con orgullo que ella respondió: Estoy listo.
Esto incrementó la confianza en sí haciéndola menos propensa a la presión de grupo.
También demostró a ella que al escuchar a mí ella tendría éxito, que había ganado su confianza.
ahora es más probable que venir a mí para el consejo la próxima vez.