En general se cree que el papel de la pedagogía en la educación es extensa dada la forma en que ayuda a transformar la forma de los profesores son capaces de educar a sus estudiantes y promover la participación de la comunidad. Para las escuelas y colegios, el papel de las estrategias de enseñanza cada vez más se ha destacado en los educadores, así como por la literatura suficiente que sugiere que lo mismo puede ayudar a promover la funcionalidad en el gobierno escolar. Sin embargo, se argumenta que las implicaciones prácticas de la pedagogía son muy diferentes de los enfoques teóricos y en varios casos han dado lugar a patrones de enseñanza inadecuados.
Los problemas que han resultado debido a la pedagogía de la enseñanza inadecuada son en su mayoría debido a un anti -Académico sesgo que persiste en las instituciones educativas. Aunque muchas personas asumen que que el talento académico de nuestros educadores no tiene límites; La verdad es que en el escenario real, una serie de maestros están limitados por sus limitaciones personales y la falta de habilidades. Lo mismo ha dado lugar a un desequilibrio importante en el sector educativo en el que necesitamos para centrarse más en la mejora de la base de conocimientos de los profesores en lugar de enseñarles la forma de extender sus conocimientos existentes.
Se argumenta que el conocimiento académico limitado no es un inconveniente que no puede ser superada a través de programas de formación y desarrollo adecuados. La falta de la misma, sin embargo es una preocupación importante para el sector, así como para los futuros estudiantes que no son capaces de adquirir conocimientos de este sistema prevalente. Además, uno de los principales obstáculos que se encuentra en la aplicación efectiva de las estrategias pedagógicas es el poder político que se apoya con estos recursos. Los estudios han revelado que un número de establecimientos educativos benefician de un estatuto tan fuerte que las posibilidades de un maestro que se dispararon debido a la incapacidad o deterioro de rendimiento en el trabajo es sólo 1 de cada 47.000.
Teniendo en cuenta estos sesgos, sabemos que el impacto de la pedagogía del profesor en nuestro sistema educativo es muy insuficiente y está dando lugar a comunidades debilitadas y las estructuras sociales debilitados. Lo que necesitamos hoy en día son las políticas de evaluación adecuados que se pueden traducir en prácticas y estrategias medibles. Los maestros deben estar capacitados a través de programas dedicados, así como a través de iniciativas a nivel de comunidad. Su participación en la elaboración de estrategias de futuro debe garantizarse también con el fin de garantizar su motivación. Vale la pena mencionar aquí que ninguna estrategia de enseñanza puede considerarse exitosa si no se basa en la interacción positiva y útil entre los responsables de las políticas educativas y los académicos. Un sistema educativo mejorado debería apuntar a fortalecer la comunidad educativa en general en el país y debe incluir los siguientes planes de cinco años como sus objetivos a corto plazo. El papel de las estrategias pedagógicas efectivas es crucial en la realización de estos objetivos, ya que puede animar a las asociaciones público privadas a un nivel mayor.