Cuando un médico primero sugiere que su hijo tiene autismo, su reacción inmediata podría ser la incredulidad y la necesidad de buscar una segunda, tercera o incluso cuarta opinión. Debido a que el autismo es tan diferente en cada niño, es un trastorno difícil de diagnosticar. Sin embargo, hay algunas maneras clave en que los médicos pueden identificar de manera eficiente el autismo en los niños, y si su bebé o niño pequeño está mostrando alguno de estos síntomas de autismo, que deben visitar al médico inmediatamente para expresar sus preocupaciones. El autismo ocurre a una edad temprana, en lugar de ser un trastorno de un niño mayor puede desarrollar. Por lo general, se detecta antes de la edad de tres años, y muchas veces mucho antes. Los primeros signos o autismo son generalmente retrasos o regresión en la comunicación de voz. Otro signo precoz es un comportamiento anormal en situaciones de juego de grupo y otras situaciones sociales. El primer paso para el diagnóstico del autismo es un examen físico completo, así como una revisión de la historia de la familia por un especialista. Aunque su pediatra regular será capaz de detectar comportamientos inusuales, usted quiere que su hijo sea examinado por un profesional especializado en autismo y otras enfermedades similares para asegurarse de que su hijo es diagnosticado correctamente. El siguiente paso incluye pruebas de audición. idioma seno y Retraso con las habilidades sociales podrían ser debido a la insuficiencia de sensaciones auditivas. Hay dos tipos de pruebas auditivas, uno de los que registra los tonos un niño puede oír y el otro de los cuales requiere sedación y mide la respuesta del cerebro a ciertos tonos. Por supuesto, se prefiere el primer método, ya que no requiere ningún uso de un sedante. Después de la prueba de audición, el médico puede alentar a las pruebas de su hijo para el síndrome del cromosoma X frágil, que muchas veces va de la mano con el autismo. El metabolismo también se puede evaluar. Para ello, su médico necesitará una muestra de sangre u orina para analizar el ADN. Una resonancia magnética o TAC también puede ser útil en el diagnóstico de autismo. Lo importante es trabajar con los médicos de su confianza. Las segundas opiniones pueden ser muy útiles, pero cuando su hijo ha sido diagnosticado, seguir con un médico para que el tratamiento sea uniforme y para que el niño se acostumbrará a esta persona. El autismo es difícil de diagnosticar y aún más difícil de tratar, así que recuerde que usted debe comenzar a aprender lo más posible sobre la enfermedad tan pronto como su médico se lo identifica. Si todavía tiene que hablar con su médico acerca del comportamiento anormal en su hijo, hágalo inmediatamente. Al detectar el autismo temprano, le da a su hijo una mejor oportunidad de convertirse en un individuo de alto funcionamiento con mucha más oportunidades en la vida.