Es un poco como el pollo y el huevo cuando hablamos sobre el TDAH y depresión. ¿Qué viene primero?
La depresión puede también ser causada por los problemas asociados con el TDAH, como el fracaso escolar y las dificultades en las relaciones con sus compañeros y hermanos. Las estadísticas muestran que los niños con TDAH tienen una probabilidad mucho mayor de ser deprimido y algunos expertos creen que por lo tanto podría ser tan alto como tres veces más que los niños normales.
Sin embargo, también existe la opinión de que la depresión es bastante independiente y que debe ser tratado como tal. Existe una complicación adicional en la que algunos de los medicamentos prescritos para el TDAH en realidad puede contribuir a la depresión por lo que nadie está seguro de si se trata de un tipo clínico de la depresión o simplemente un efecto secundario de los medicamentos para el TDAH.
¿Cuáles son las síntomas de la depresión? La irritabilidad es más probable que sea el principal síntoma en lugar de una pérdida de interés en las cosas que dan el placer adolescente. También puede haber el problema de dormir demasiado, cambios en el apetito, y pobres resultados en la escuela.
Los expertos discrepan sobre el tratamiento del TDAH y depresión. Algunos dicen que ambos deben ser tratados juntos, mientras que otros dicen que necesitan ser tratados por separado. Algunos buscarán para tratar el TDAH primero y luego hacer frente a la depresión.
Ahora existe un acuerdo general de que a pesar de la medicación con fármacos convencionales puede no ser la mejor respuesta para este problema. La mayoría de los expertos ahora dicen que el tratamiento psicológico es el único camino a seguir y es muy superior a la proporcionada por los medicamentos convencionales. Ciertamente, los resultados de los estudios clínicos parecen apoyar esto.
Una de las opciones de medicamentos más seguros y eficaces disponibles actualmente es uno homeopático TDAH que tiene por objeto restablecer el equilibrio, en lugar de tratar los síntomas individuales. Estos medicamentos son seguros y no hay efectos secundarios. Además, no hay ninguna necesidad de tener chequeos antes de medicar ya que no existen riesgos para la salud en absoluto. Esto está en marcado contraste con TDAH medicamentos convencionales en que hagan falta todo tipo de pruebas antes del tratamiento. Algunos niños están en riesgo, por ejemplo, si tienen una condición del corazón y esto es un riesgo definido que no puede ser pasado por alto o subestimada.
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