Es posible que no siempre es lo que hay que hacer, pero al igual que sus hijos crezcan, usted también.
Me acuerdo de ser madre por primera vez que se sentía inseguro sobre sus habilidades de crianza, que encontraron difícil de mirar más allá de todos los errores que hicieron que afectó a su hijo. Ahora, como una madre de tres hijos, que he encontrado mi confianza como padre. Ahora sé que no soy perfecta y que siempre estoy aprendiendo. Pero nunca olvidaré los primeros días, meses, años de crianza de los hijos - las horas que eran en realidad más difícil porque todavía estaba haciendo sentido de mi papel como madre. Aquí hay ocho cosas creo que cada primera vez padre necesita saber.
1. Está bien no saber todo lo
Antes de ser madre por primera vez, luché con hacer preguntas. Pero ya que el tener hijos, me he dado cuenta de que ser curioso y el pensamiento crítico es una buena cosa. Ser padres es una curva de aprendizaje: a veces es necesario pedir el fin de comprender plenamente, a veces es necesario practicar el cambio de pañales durante tres meses antes de que realmente el cuelgue de ella. No hay nada malo en cometer errores en el camino. Y a veces puede que tenga que buscar el consejo de otros y no hay absolutamente ninguna vergüenza en ello.
2. Siga sus instintos
Antes de mi
mayor alcanzó su primer cumpleaños, sospechaba que había un problema con su desarrollo del lenguaje. Había estado parloteando sin cesar, y de repente dejó de emitir algún sonido. A pesar de mis seres queridos me aseguraba que iba a estar bien, he seguido mis instintos. La llevé a la enfermera de salud infantil y se confirmaron mis sospechas. Durante los siguientes tres años asistió a terapia del habla, y por suerte, debido a la intervención temprana, finalmente ha alcanzado el nivel apropiado para su edad. Al final, sus hermanas menores fueron diagnosticados con la misma deficiencia.
He aprendido que no todo el mundo estará de acuerdo con sus decisiones de crianza, pero si alguna vez se siente seguro de nada, es mejor para hacer frente a esos temores y poner su propia mente en la facilidad.
3. Cada niño es diferente
Mi viejo siempre ha sido pequeña. Ella nació prematura y pasó los primeros cinco años de su vida ver a un pediatra y nutricionista. Los especialistas fueron afectados en primer lugar que había de nacer antes de que se le atribuye la falta de peso, pero después de años de análisis de sangre, llegaron a la conclusión de que es simplemente debido a la genética. Ahora, su peso es a menudo el primer tema de discusión cuando la gente lo vea por primera vez.
Ella puede ser pequeña para su edad, pero el tamaño de mi hija no es todo lo que hay su. Ella es un ávido lector, escritor de talento, y una niña empático. Ella puede no tener la capacidad atlética que mi hija mediana tiene, o la naturaleza social que tiene mi hijo menor, pero eso es lo que la hace única. A pesar de las diferencias a veces puede ser una causa de preocupación, he descubierto que esto no es siempre el caso; a veces sólo tenemos que abrazar la individualidad de nuestros hijos.
4. Rodéate de gente de apoyo
Mi marido y yo no siempre tienen una fuerte red de apoyo, pero ahora nos hemos dado cuenta de que tener gente de apoyo en su vida puede tener un impacto maravilloso en su familia. Que hay personas que quieren ayudar, personas que podrían estar pasando por las mismas cosas que tú. Estas personas que pueden hacer que se sientan menos solas.
5. Sus necesidades son importantes también
Cuando nació mi primer hijo, que estaba simplemente pasando por los movimientos: alimentar a ella, que cambian los pañales, comer, y luego volver a dormir. Siempre he tenido suficiente descanso, pero el tiempo que pasé despierto no fue añadiendo a mi felicidad.
A medida que pasaban los años, empecé a hacer más por mí mismo. Me uní a un sitio web para padres e hice amigos, hecho ajustes a mis hábitos alimenticios y perdió 20 kg, Empecé a ir regularmente en fecha noches con mi marido. Me convertí en una feliz madre, esposa y persona, en general. Ahora entiendo lo importante que es mirar hacia fuera para mis propias necesidades.
6. Está bien no estar bien
Hubo momentos después de tener mi primera hija, donde me resultaba difícil hacer frente. circunstancias personales en el momento, agravadas con la privación del sueño y un bebé que dependía de mí, me dejó abrumado. Sin embargo, yo estaba tan decidido al pie del cañón ... y, finalmente, me hizo miserable. Ahora comprendo que admitir que no estás bien necesita mucha fuerza y valor.
7. Apreciar el momento
Algunos de mis primeros recuerdos de ser madre por primera vez implican los abrazos y besos que he dado a mi hija, el tiempo que pasé jugando con ella en el suelo, las risas que compartieron. En medio de todos los cambios de pañales y alimentos, recuerdo que la celebración de mi niña en mis brazos y no tomar mis ojos de ella. Mi primogénito puede ser casi ocho años, pero recuerdo esos días como si fueran ayer.
Como mucha gente, como mi vida es ahora con tres hijos, sé que esos momentos simples de abrazos, besos y risas son tan importante. Son los momentos que hacen la crianza por lo que vale la pena.
8. El amor que sienten por su hijo es lo que más importa
No importa si se cometen errores en el camino. No importa si usted alimenta a su hijo de manera diferente a otro padre. No importa si otra familia sigue una rutina diferente. Lo único que importa es el amor que siente por su hijo. Es su voluntad y determinación para hacer lo que es mejor para ellos, su necesidad instintiva de nutrir y proteger a ellos, lo que importa.
Es posible que no siempre saben lo que hay que hacer, pero al igual que sus hijos crecen, se le también.
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Dentro de la mente de una madre
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